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Saturday, March 29, 2008

Mi índice de diferencialidad

Tuve que cruzar la frontera a pie y fue una verdadera lata. Pero, sorprendentemente, todo salió bien. Resultó que la mejor opción fue, definitivamente, tomar el camión que te lleva del aeropuerto de Tijuana a la frontera con San Diego. La cola para cruzar estaba mil kilométrica (o sea, de mil km), pero el camión se la saltó casi toda... y aun así nos tardamos como una hora, pero nos dejó directamente en la garita, hasta adelante de otras mil ochomil personas que querían cruzar. Peor que el Toreo o el Metro Hidalgo en hora pico. También fue buena idea ir disfrazado de gente normal. El de inmigración sólo dijo:

- "Next."
- (le doy mis papeles)
- "Where are you going?"
- "St. Louis, Missouri."
- "Go ahead."

¡Y ya!

Pero, para este entonces, ya eran las 3 de la tarde y mi avion salía a las 4.20. ¡Oh, cielos!

Tons, a tomar el trolley (que es como un trenecito que se va agarrando de unos cables) al centro de San Diego, luego un camión al aeropuerto y... ¡corre, corre! Yo estaba seguro que ya todo había valido, porque los vuelos se cierran entre una hora y media hora antes de salir. De hecho, ya estaba resignado a pasar el resto del día y toda la noche en el aeropuerto.

Llego al mostrador de USAirways al cuarto para las cuatro, y el tipo me pregunta...

- "¿Tiene reservación?"
- "No, pero quiero tomar el vuelo de las 4.20 a St. Louis, Missouri."
- "Ya están abordando, pero déjeme ver... "
- (dos minutos después) "Tiene suerte, pero corra, que ya están abordando."

Para hacerla todavía más de emoción, resulta que todos los boletos comprados a última hora son sujetos a revisión, así que checaron todas mis cosas, en lo que yo tomaba aire para alcanzar al avión. Pero todo salió bien y, después de una escala en Phoenix (donde aproveché para comprar una playera del Superbowl) llegué a St. Louis a las 11 de la noche. Mario pasó por mí como hora y media después y ya.

Mi índice de diferencialidad sigue en aumento. Esto es, cuando las cosas se ven diferentes y uno tiene que acostumbrarse a ellas, es porque su índice de diferencialidad es mayor al que estabas acostumbrado. Ahora, cuando TODO es COMPLETAMENTE diferente, pues el índice se va a las nubes (que, de hecho, también pueden ser diferentes, como en las Floridas). En mi caso, pasé de vivir en México a las palmeras, calor y cielos inmensos de West Palm Beach, Florida, para después estar comiendo cocteles de mariscos en el solecito en Ensenada y al día siguiente, viendo el SuperBowl enmedio de las colinas nevadas de Missouri. Para mí, eso califica como un índice de diferencialidad casi absoluto. Pero, en fin, habrá que acostumbrarse.

1 comment:

Gabriela/undies said...

Lo único seguro en esta vida es que todo va a cambiar. También he estado en esas situaciones de un día aquí, otro allá, un día desempleada, otro no, mañana quien sabe, pero he aprendido: los cambios me la pelan jajaja qué fina yo, pero bueno, no nos queda mas que apechugar y acostumbrarnos.