Después de - literalmente - años de tratar de encontrarla en esta ciudad, ayer me encontré una de mis cervezas favoritas en el lugar menos pensado: ¡en un Gigante! (bueno, Soriana u como sea).
Confesión/Post a Secret: Antes del 2002, yo no era muy fans de la cerveza, hasta que probé la Guinness y la cerveza checa. Desde entonces, han estado en mi top 3 de cervezas; Guinness, Pilsner Urquell y Krusovice (que, me dijeron, se pronuncia Krusoviche)
Ya sé que sueno a anuncio, pero es una cerveza que sí sabe a cerveza, sin ser fuerte, sobrealcoholizada o aguada (como las mexicanas - las cervezas, aclaro).
Encontrarla me trajo muchos flashbacks y sonrisas nuevas. Prometo que, cuando me visiten, siempre habrá un par de ellas en el refri. Buen pretexto, ¿no?
Y trataré también de postear más y más y más (como diría Kinky). Total, no tienen que ser grandes tratados, sino experiencias y cosas que quiera compartir con mis 2 followers. ¿O no?
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4 comments:
yo veo que tienes 3 followers. hehe
Igual y son más de dos... sepa. Así que cerveza checa, eh?
sip. Buenísima!
Como presumes tanto esta chela, ahora te toca mocharte con unas jeje.
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