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El peor día de mi vida

El 19 de septiembre de 1985 fue el peor día de mi vida. Mis recuerdos de ese día están ligados a una lluvia muy fuerte de la noche anter...

Thursday, March 12, 2009

Caminando por la Roma...



Seguro que el publicista que ideó esta campaña jamás se imaginó que la gente escribiría algo que no fueran precios o promociones en el espacio posicionador especialmente diseñado.

Ja.

He visto muchos, pero muuuchos mails con fotos de letreros ridículos, chistosos, inverosímiles. Y me he topado con varios del estilo en mis andares callejeros. Eso es, cuando no tengo la nariz metida en un libro mientras camino (como acostumbro - y me hicieron ver hace poco). Pero este se me hizo particularmente representativo del mexicano promedio, con un plumón en la mano. Porque, la verdad, ¿a poco cuando tienen uno ustedes no les da ese gusanito por usarlo a diestra y siniestra? Yo por eso, cuando tengo un martillo en la mano (o un mazo, un desarmador o hasta un hacha - sí, un hacha... y aclaro que no tengo complejo de Jason) trato de dejarlo en donde lo encontré en cuanto lo termino de ocupar. De otra forma, estoy buscando hasta el más olvidado de los clavos abandonados en la pared en mi casa o algún punto al cual aplicarle la herramienta en cuestión (no albur intended, claro).

Pero ya me desvié del punto. El punto era, es y seguirá siendo... mmmh... esteee...

- ¿enseñarles la fotito ésta?
- ¿que los mexicanos somos ingeniosos hasta para grafitear?
- ¿la insoportable levedad de la vida diaria, tan futil y surrealista que unas simples cervezas la hacen parecer menos real y más llevadera?

Mmmh... no sé. Alguno de esos. O todos. O ninguno.

Da igual.

1 comment:

Gabriela/undies said...

Otra respuesta chilanga hubiera sido: "Puto el que tome Estrella".